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Mtro. Alejandro Silva Antúnez

Psicólogo y Psicoanalista

(Cédula 08720770)

Atención psicológica para adultos, adolescentes y niños.

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miércoles, 5 de junio de 2013

El Hombre de las Ratas. Segunda Parte

El psicoanálisis es un método de investigación de los procesos inconscientes de la mente, se utiliza como técnica terapéutica y se sostiene en una serie de teorías de las que se sirve para explicar el funcionamiento psíquico de los sujetos. 

Con base en la historia clínica (resultante de las sesiones durante el tratamiento, y demás información que se obtiene de los pacientes), y la teoría psicoanalítica, se puede hacer lo que en psicoanálisis conocemos como psicodinamia. 


La psicodinamia es una explicación hipotética del funcionamiento mental y emocional (psíquico) del paciente con la cual buscamos entender las motivaciones y condicionantes inconscientes de los síntomas. 


En psicoanálisis, la psicodinamia es el diagnóstico que damos a nuestros pacientes, la forma en que desde nuestra teoría entendemos y explicamos el funcionamiento particular del sujeto en análisis.


A continuación presento una clave psicodinámica acerca del caso del Hombre de las Ratas, tomando como base la historia clínica (El Hombre de las Ratas. Primera Parte) que Freud nos legó respecto de él.  En esta clave se estudian algunos de los síntomas de Ernest y se ofrece una explicación hipotética sobre sus causas. No es na revisión exhaustiva del caso. 


Pretende ser una contribución original en la medida que esto es posible, pues mucho de lo expuesto ya ha sido mencionado por otros autores incluyendo al mismo Freud; también pretende ser un homenaje a aquellos que han inspirado estas ideas y un ejemplo de qué es y en qué consiste una clave psicodinámica:


Clave Psicoadinámica del Hombre de las Ratas


Ernest llega al tratamiento aquejado por una serie de ideas obsesivas que tienen que ver con el posible daño que su padre (ya fallecido) o su amada podrían sufrir. Por el contenido de sus representaciones obsesivas resulta evidente el importante monto de agresión dirigido hacia estas figuras, por quienes el paciente siente una gran ambivalencia.

Las imagos paternas son, por un lado temibles, crueles y omnipotentes, por el otro tiernas y comprensivas. La introyección ambivalente de la figura paterna responde a la fijación libidinal característica de Ernest, pues parece dominada por impulsos sádico anales como puede ejemplificarse con el terror despertado por el castigo de las ratas penetrando el ano del condenado. Pareciera que ante la angustia de castración fue vivida muy intensamente al sobrevenir el complejo Edípico en el paciente, favoreciendo una regresión al estadio anal del desarrollo.

Ernest por un lado se hallaba sobreestimulado por sus experiencias con las gobernantas, sustitutas de la madre; la excitación vivida debe haberle provocado una terrible angustia y temor a sus propios impulsos que sentía desbordarse. También el manejo de la agresión le resultó muy angustiante, por ejemplo los sentimientos de competencia contra el hermano lo llevaron a disparar en su contra una escopeta de juguete, asustando mucho al paciente de sus propios deseos, más que al resultado de la agresión.

Pienso que al momento de lidiar con el conflicto Edípico, Ernest se hallaba ante la amenaza de sentir que sus deseos sexuales y agresivos tenían el potencial de hacerse reales, hay que considerar que una de sus hermanas sí había fallecido, y que el contacto sexual con las gobernantas también había sido posible. Por temor a la omnipotencia de sus impulsos (pensamiento mágico), el paciente se defendió de los mismos a través de las obsesiones.

El uso de mecanismos proyectivos también le ha servido desde entonces a Ernest tanto para deshacerse de los peligros que implica reconocer como propios sus impulsos sexuales y agresivos, como para controlarlos a través de mandatos superyóicos. Esto obedece a que su superyó es muy punitivo (en consecuencia de su propia agresión) e impone reglas, prohibiciones y tareas por realizar que, como viniendo desde afuera, controlan o castigan los impulsos inconscientes de Ernest.

Por otra parte, el conflicto en la vida adulta de Ernest se agudizó a raíz de la muerte del padre. Su ausencia durante la agonía del padre quizá represente el intento de negación que el paciente procuró sobre dicha pérdida. Luego un evento, aparentemente intrascendente, revive el dolor, angustia y reproche por la pérdida. Al comentario inocente de un tío, el paciente le da el sentido de un cuestionamiento a la virtud y fidelidad del padre muerto, dicho comentario se conecta con el desafío y hostilidad de Ernest dirigidas al padre durante toda su vida, por ejemplo durante la rabieta a sus 4 años.

La posibilidad de que el padre amara a otras mujeres además de la madre, abría la posibilidad de que él tuviera acceso a esta (al ya no ser codiciada por el padre). Por otro lado la ausencia del padre censor (en quien se había proyectado el superyó) dejaba vía libre a los deseos del paciente, la operación mental necesaria fue el fortalecimiento sus inhibiciones, temores e ideas obsesivas.

Nuevamente el pensamiento mágico y omnipotente domina el escenario, si la muerte del padre trajera algún beneficio al paciente, este podría percatarse de su deseo de que aquel muriera, equiparando el deseo con la realidad, así es posible entender el reproche de criminal que Ernest se hacía a sí mismo en distintas ocasiones. El paciente también necesita mantener viva la imagen del padre para tener un objeto externo contra el cual rebelarse, pero también por el cual ser contenido.


Diagnóstico. Neurosis obsesivo compulsiva con rasgos paranoides.
Pronóstico. Favorable
Tratamiento. Psicoanálisis 4 veces por semana.