Información

Mtro. Alejandro Silva Antúnez

Psicólogo y Psicoanalista

(Cédula 08720770)

Atención psicológica para adultos, adolescentes y niños.

Datos de Contacto:

Celular: (04455) 1361 4577 (preferente)

Consultorio: (55) 6647 5665 (recados)

Correo electrónico: alejandro.silvaan@gmail.com

Horario:

Lunes a Viernes de 8AM a 9PM

Sábado de 8AM a 2PM

Ubicación:

Circunvalación Poniente #10

Cd. Satélite, Naucalpan.

miércoles, 25 de junio de 2014

Psicología del Fútbol. Parte 1

Con motivo del inicio de la Copa Mundial de Fútbol  2014 que se lleva a cabo en Brasil, recibí la amable invitación a participar en el programa de Su Médico Radio que se transmite los domingos a las 10 AM a través de 102.5 MVS, para comentar acerca de las emociones que se despiertan con motivo de este deporte en particular. 


A continuación está el vínculo a través del cuál se puede acceder al podcast de la transmisión. Asimismo aprovecho este blog para ampliar algunos de mis comentarios durante la transmisión.



¿Por qué el fútbol es un fenómeno emocional además de ser un fenómeno deportivo?

El fenómeno del fútbol se puede abordar desde al menos dos perspectivas. La primera es tomando en cuenta al individuo y lo que a este le mueve emocionalmente el fútbol, se trata de determinar qué representa para dicha persona el fútbol. La segunda perspectiva es considerando a este deporte como un fenómeno social, de masas y por lo tanto lo que representa a nivel cultural este fenómeno deportivo .

Como acontecimiento social el fútbol cobra su fuerza a partir del fenómeno de la identificación. Por ejemplo, en la Copa Mundial de Fútbol hay 32 selecciones que representan a sus respectivos países. Ahí es muy claro el primer punto de identificación entre los habitantes de un país y la selección que los representa, si yo soy mexicano posiblemente haya un grado de identificación mío con los jugadores que me representan en el torneo. 

Una vez que se establece una identificación crea un vínculo, es decir un lazo emocional. A mayor grado de identificación, mayor es el afecto que nos une. En principio es como si esos jugadores fueran una especie de avatar de nosotros mismos, y en la medida en que compartimos una serie de características con ellos y nos identificamos casi podemos sentir como si nosotros mismos estuviéramos participando en el torneo y jugando sobre la cancha , es decir vivir como propias las emociones que ellos nos están reflejando.

Sin embargo es importante señalar que la identificación no necesariamente se da gracias a las características reales que podamos compartir con alguien, sino que de hecho resultan más importantes las características que imaginamos, suponemos o deseamos que tengan. Siguiendo el ejemplo anterior sobre la identificación de un aficionado con la selección de fútbol de su país, podríamos decir que  el que sean de nuestro mismo país sólo es el punto de partida para que podamos proyectar y depositar en los futbolistas una serie de ideales que nos pertenecen a nosotros. 

Explicado de otro modo, los futbolistas representan un ideal para nosotros porque de hecho somos nosotros quienes deseamos verlos idealizadamente. Que sean un ideal quiere decir dos cosas, por un lado que son una idea, una fantasía. Por el otro lado quiere decir que son una aspiración, algo que no de hecho existe. Son una idea que nosotros construimos acerca de ellos, y son aspiracionales de acuerdo con nuestros ideales. 

Esta última consideración es la que funciona como bisagra que une lo social y lo individual. Cada quien proyecta en los futbolistas y el deporte distintos aspectos de sí mismo y de sus ideales con los que luego se identifica, cuando hay un consenso dentro de una masa de personas sobre quienes van a representar sus ideales, se da el fenómeno social. 

El fútbol, como muchos otros deportes, se presta a representar por sus características una serie de conflictos e ideales humanos que favorecen que un amplio número de personas proyecte, sobre sus figuras mediáticas más conocidas, sus propios conflictos e ideales. Por ejemplo, el fútbol es un deporte de contacto, se necesita de la agresión para lograr el objetivo de anotar goles en la portería contraria, al tiempo que se evitan en el arco propio. La agresión es un impulso inherente a los seres humanos, pero que cuando tiende a la destructividad, es altamente penado; el fútbol regula su uso y le transforma para tener un propósito útil y deseable.

El fútbol es una condensación de distintos aspectos de la vida cotidiana, en él se ponen en juego no sólo un balón y 22 jugadores, sino una amplia gama de comportamientos, conflictos y soluciones que fácilmente sirven como espacio de carga y descarga para aficionados y futbolistas.