¿Qué es y cómo se forma la identidad?
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Pablo Picasso |
El concepto
de identidad puede abordarse desde varios puntos de vista como el social, el
psicológico, el filosófico o el metafísico. En este caso, el énfasis se hará
desde un punto de vista psicológico con una orientación psicoanalítica, para
iniciar, una definición amplia de identidad:
es la experiencia subjetiva de
continuidad interna en el cambio.
Erik
Erickson usó el término “identidad del
yo” para referirse a la igualdad
persistente con uno mismo (igualdad
del sí mismo), y como un compartir
constantemente algún tipo de carácter esencial con otros. Este autor señaló
que la formación de la identidad es un proceso que se desarrolla durante toda
la vida, es decir evoluciona junto con nosotros. Aun así, las raíces de la
formación de nuestra identidad se remontan a la más temprana infancia, cuando
el bebé aprende a diferenciarse de su mamá y el mundo que le rodea, y se
consolida durante el periodo de la adolescencia.
La
adolescencia implica muchos cambios prácticamente a todos niveles,
fisiológicos, emocionales, sociales, etc. En cuanto a la identidad, el
adolescente intenta integrar lo que sabía de sí mismo y de su mundo como niño,
en un continuo de conocimientos pasados, experiencias presentes y metas
futuras. De tener éxito en la consolidación de su identidad, logra elaborar un
sentido cohesivo de sensación personal que le permite orientarse en la vida; el
fracaso en esta tarea da lugar a una interpretación caótica y confusa de su
personalidad y de su entorno.
Otra
psicoanalista, Phyllis Greenacre, señaló que el sentido de identidad siempre
implica algún tipo de relación con otros, puesto que incluye la comparación y el contraste con los demás,
es decir, conocer y asimilar las diferencias y similitudes con aquellos que nos
rodean. También hizo énfasis en los aspectos corporales de la identidad;
planteó un continuo de desarrollo de la identidad a partir de 1) la imagen corporal que el niño adquiere, 2) la imagen de sí mismo que ya incluye
atributos como sexo, género, expectativas, y termina en 3) el desarrollo de la identidad.
Donald
Winnicott, un importante psicoanalista de niños nacido en Inglaterra, destacó
la importancia de la autenticidad
como factor integral de la identidad. Él estudió la conducta y desenlace de
bebés en interacción con sus madres y descubrió que un factor fundamental para
el buen desarrollo de la identidad, es la capacidad de la madre (o quien funge
como tal) para interpretar adecuadamente las necesidades y expresiones del
bebé.
Básicamente
Winnicott refiere que las expresiones como gestos, llanto, movimientos, jadeos,
balbuceos, etc., del bebé, son expresiones naturales y por ello son manifestaciones
auténticas del infante. Si la madre logra ser empática con estas expresiones,
es decir descifrar la intención de ellas y proveer al bebé del apoyo necesario
para satisfacerlo adecuadamente, el bebé poco a poco desarrolla confianza tanto
en sus deseos de expresión, como en el medio en que se desarrolla, a final de
cuentas la madre facilita que el bebé
conecte lo que siente en su cuerpo como impulso auténtico, y lo que piensa o
siente en su mente, facilitando el camino para una integración del si
mismo, tanto corporalmente, como psicológicamente.
Si en cambio,
la madre interpreta las necesidades del bebé basándose en sus propios miedos,
expectativas o necesidades, el bebé pierde la oportunidad de enlazar sus
expresiones auténticas, con sus deseos propios, y en cambio se “somete” a los
de la madre.
Por ejemplo, una madre que se angustia por el llanto de su bebé y
siempre le da un chupón o pecho para calmarlo, limita de esa forma la libre
expresión de los deseos del niño, quien siempre recibe alimento ante toda
expresión de disgusto. De esta forma el bebé no logra comprender y conectar lo
que le sucede internamente, pues no tiene la madurez, ni el sostén externo para
lograrlo; así se genera en el bebé lo que Winnicott llamó un “falso sí mismo”,
que implica una incapacidad para observarse a sí mismo y reconocer y/o
distinguir entre sus necesidades, afectos y deseos de aquellos de los demás.
Bibliografía.
Salman
Akhtar, M.D. “Identidad y Difusión de la Identidad” en GRADIVA, Revista de la
Sociedad Psicoanalítica de México, Número 2, Volumen IV.
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